Metformina es un medicamento antidiabético oral ampliamente utilizado para controlar la diabetes tipo 2. A menudo se usa junto con otros fármacos o con insulina cuando las intervenciones en el estilo de vida, como la dieta y el ejercicio, no son suficientes para controlar los niveles de azúcar en la sangre. Más allá de su función principal en el control de la diabetes, la Metformina ha llamado la atención por sus posibles beneficios en otras áreas, incluida la gestión del peso y el antienvejecimiento.
Cómo funciona la Metformina
La Metformina actúa a través de varios mecanismos clave para reducir la glucosa en sangre y mejorar la salud metabólica:
Mejora la sensibilidad a la insulina: Aumenta el número y la sensibilidad de los receptores de insulina en las células. Esto permite que el cuerpo utilice la insulina de manera más eficaz, ayudando a que la glucosa pase del torrente sanguíneo a las células para obtener energía.
Disminuye la absorción de carbohidratos: La Metformina reduce la cantidad de carbohidratos absorbidos por los intestinos, lo que a su vez limita el aumento de azúcar en la sangre después de las comidas.
Reduce la producción de glucosa hepática: Disminuye la cantidad de glucosa producida por el hígado, un proceso conocido como gluconeogénesis. Esto es particularmente eficaz para controlar los niveles de azúcar en sangre en ayunas.
Dosis y uso
La dosis típica de Metformina oscila entre 500 y 800 mg dos veces al día. Siempre debe tomarse con las comidas para minimizar los efectos secundarios gastrointestinales. También se recomienda no tomarlo menos de 6 horas antes de acostarse.
Para las personas de la comunidad del fitness, la Metformina puede ser beneficiosa tanto en las fases de volumen como de definición. Al mejorar la sensibilidad a la insulina, ayuda a transportar nutrientes como los carbohidratos a las células musculares para el crecimiento (volumen) y puede ayudar en la pérdida de grasa al mejorar el uso de glucosa por parte del cuerpo para obtener energía (definición).
Beneficios adicionales y posibles preocupaciones
Investigaciones recientes han destacado otros posibles beneficios de la Metformina:
Efectos antienvejecimiento y antiinflamatorios: Se está estudiando la Metformina por su potencial para promover la longevidad y reducir la inflamación crónica, que es un factor en muchas enfermedades relacionadas con la edad.
Reducción del riesgo de cáncer: Los estudios muestran que el uso de Metformina en pacientes diabéticos se asocia con un menor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer. Esto puede deberse a su efecto inhibidor sobre la vía mTOR.
Sin embargo, la Metformina no está exenta de precauciones:
Posibles interacciones farmacológicas: Un estudio reciente sugiere que la Metformina puede inhibir la acción del aminoácido leucina en la vía mTOR, que es fundamental para la síntesis de proteínas musculares. Si bien esto puede ser beneficioso para la prevención del cáncer en diabéticos, podría dificultar el crecimiento muscular en los atletas.
Salud renal: Las personas con problemas renales existentes deben evitar el uso de Metformina, ya que los riñones son responsables de eliminar el fármaco del cuerpo. La insuficiencia renal puede provocar una acumulación peligrosa del fármaco.
Pérdida de cabello: Si bien no es una causa directa, algunos usuarios han informado de pérdida de cabello. Este no es un efecto secundario directo del fármaco en sí, sino que puede ser el resultado del estrés fisiológico que puede causar, como la distensión gastrointestinal.
Daño hepático: Tomar Metformina en combinación con esteroides anabólicos alquilados en 17-alfa puede aumentar significativamente el riesgo de daño hepático. Debe evitarse esta combinación.