En la implacable búsqueda del máximo rendimiento, los atletas a menudo se enfocan excesivamente en los macronutrientes: proteínas para la reparación, carbohidratos para el combustible. Si bien es esencial, este enfoque a veces pasa por alto la compleja bioquímica de la recuperación y la salud a largo plazo. La verdadera ventaja a menudo radica en los micronutrientes, específicamente en la vasta y diversa familia de compuestos vegetales conocidos como polifenoles.
Muchos atletas recurren a los jugos y extractos de alta tecnología para asegurar estos nutrientes rápidamente. Sin embargo, la ciencia nutricional emergente sugiere una falla crítica en este enfoque: la separación de los nutrientes de su estructura biológica original. Parece que para obtener el máximo beneficio fisiológico, el mecanismo de entrega importa tanto como el nutriente en sí.
La necesidad de polifenoles del atleta
El entrenamiento de alta intensidad es un arma de doble filo. Estimula la adaptación y el crecimiento, pero también genera cantidades significativas de especies reactivas de oxígeno (ROS), lo que lleva al estrés oxidativo agudo y la inflamación. Si bien algo de inflamación es necesario para señalar la reparación muscular, la inflamación crónica o excesiva puede atenuar la recuperación, afectar la inmunidad y provocar lesiones por sobreentrenamiento.
Aquí es donde entran en juego los polifenoles vegetales. Estos compuestos naturales, incluidos los flavonoides, los ácidos fenólicos, los estilbenos y los lignanos, actúan como potentes antioxidantes exógenos. Ayudan a neutralizar el exceso de ROS, modulan las vías inflamatorias y se ha demostrado que mejoran el flujo sanguíneo (a través de la función endotelial), lo que podría ayudar a la entrega de oxígeno a los músculos en funcionamiento.
Para el atleta, los polifenoles no son solo "reforzadores de la salud" generales; son agentes de recuperación específicos.
La conexión de la fibra: el reservorio oculto
La suposición común es que los polifenoles están disponibles libremente en las partes solubles de las frutas y verduras, y se extraen fácilmente en un vaso de jugo. Esto es solo parcialmente cierto.
Una porción significativa, y a menudo la mayoría, de los polifenoles vegetales están estructuralmente unidos a la fibra dietética y las paredes celulares dentro de la matriz vegetal. Están encerrados en la celulosa, la hemicelulosa y la pectina que le dan a la planta su estructura física.
Cuando un atleta consume una baya entera, una manzana con la piel o verduras fibrosas, está ingiriendo toda esta matriz. Cuando ese mismo producto se introduce en un exprimidor, la máquina separa eficientemente el líquido (que contiene agua, azúcares y polifenoles de libre flotación) de la pulpa.
La pulpa es la fibra. Al desechar la pulpa, el atleta también está descartando los polifenoles "unidos a la fibra" adheridos a ella. Están obteniendo el pico de azúcar sin el freno estructural, y se están perdiendo un reservorio de antioxidantes de liberación sostenida.
El microbioma: la cámara de activación
La importancia de comer los polifenoles "unidos" va más allá de la simple ingestión. Estos compuestos dependen del sistema digestivo humano para ser desbloqueados, un proceso que produce beneficios adicionales para la salud atlética.
Debido a que el intestino delgado humano no puede digerir completamente la fibra, estos polifenoles unidos pasan relativamente intactos al colon. Allí, se encuentran con el microbioma intestinal. Las bacterias intestinales beneficiosas poseen las enzimas necesarias para fermentar la fibra y romper los enlaces químicos, liberando los polifenoles atrapados.
Este proceso hace dos cosas:
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Liberación Sostenida: En lugar de un pico rápido de antioxidantes del jugo, el colon proporciona una liberación lenta y sostenida de estos compuestos en el torrente sanguíneo durante muchas horas, ofreciendo una protección prolongada contra el estrés oxidativo.
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Sinergia prebiótica: La fibra actúa como un prebiótico, alimentando a las bacterias beneficiosas. Un microbioma sano y diverso está cada vez más vinculado al rendimiento atlético general, lo que afecta todo, desde la absorción de nutrientes y la función inmunológica hasta la resistencia mental.
Al hacer jugos y eliminar la fibra, el atleta priva a su microbioma de su combustible preferido y se pierde esta fase de activación secundaria de los nutrientes de recuperación.
Repensando las estrategias de nutrición para el rendimiento
Si bien puede haber un momento y un lugar específicos para digerir rápidamente los carbohidratos líquidos inmediatamente después de la competencia para reponer rápidamente las reservas de glucógeno, no debería ser el método principal de ingesta diaria de frutas y verduras.
Para la salud a largo plazo, el control de la inflamación y la recuperación sostenida, la "matriz de alimentos integrales" es superior.
Los atletas deben priorizar el consumo de alimentos en su forma completa. Los batidos, que retienen la pulpa, son una mejor alternativa a los jugos, aunque masticar alimentos integrales sigue siendo el estándar de oro para señalar la saciedad y controlar la respuesta glucémica.
En última instancia, la nutrición no se trata solo de aislar compuestos químicos. Se trata de la sinergia del alimento tal como existe en la naturaleza. Al adoptar el alimento integral (fibra, estructura y todo), los atletas se aseguran de utilizar todo el espectro de herramientas nutricionales disponibles para la recuperación y el rendimiento.

