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7 de noviembre de 20254 min

Esteroides Orales y Malestar Gastrointestinal en Atletas

FitKolik

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Publicado el 7 de noviembre de 2025

En la implacable búsqueda del máximo rendimiento físico, algunos atletas recurren a los Esteroides Anabólicos Androgénicos (EAA), a menudo en forma oral, para acelerar el crecimiento muscular y la fuerza. Si bien la promesa de un físico mejorado y una ventaja competitiva es atractiva, esta decisión conlleva importantes riesgos para la salud, particularmente en lo que respecta al sistema digestivo. Más allá de los peligros bien documentados para el sistema cardiovascular y el hígado, los EAA orales representan una amenaza distinta para la salud gastrointestinal (GI), lo que podría socavar los objetivos mismos del atleta.


El Mecanismo del Riesgo: Cómo los Esteroides Orales Afectan el Intestino

Los esteroides anabólicos orales, como la Oximetolona (Anadrol) y la Metandrostenolona (Dianabol), están formulados de manera diferente a los esteroides inyectables para sobrevivir a los procesos metabólicos del cuerpo cuando se ingieren. Específicamente, a menudo están 17-alfa alquilados (17-aa), una modificación química que les permite pasar a través del hígado sin ser descompuestos de inmediato. Si bien es eficaz para la administración oral, se sabe que esta modificación aumenta su toxicidad para el hígado y, significativamente, para todo el tracto digestivo.

El uso de estos agentes se ha relacionado con afecciones como la gastritis, una inflamación del revestimiento del estómago. Esta inflamación puede causar una serie de síntomas disruptivos, que incluyen:

  • Pérdida severa del apetito: Contrariamente a la suposición común de que los EAA aumentan el apetito, la irritación e inflamación del revestimiento del estómago pueden conducir a una reducción drástica del hambre. Para un atleta, cuyo rendimiento y mantenimiento muscular dependen de una alta ingesta calórica y proteica, este es un revés importante.

  • Náuseas, vómitos y dolor abdominal: Estas alteraciones gastrointestinales generales no solo causan molestias agudas, sino que pueden afectar gravemente la calidad y la consistencia del entrenamiento.

  • Mala absorción digestiva: La inflamación gastrointestinal crónica puede interferir con la digestión y absorción adecuada de nutrientes, negando los beneficios de la dieta de construcción muscular que consume un atleta.


Socavando el Objetivo del Atleta

Para un atleta, especialmente en deportes centrados en la masa y la fuerza (como el culturismo o el levantamiento de pesas), una nutrición constante es tan crítica como el entrenamiento en sí. Cuando los esteroides orales causan una pérdida severa del apetito y malestar digestivo, contrarrestan directamente el objetivo del anabolismo (construcción muscular). La incapacidad de consumir la cantidad necesaria de proteínas y calorías conduce a un déficit calórico involuntario, lo que dificulta enormemente las ganancias musculares o incluso provoca la pérdida de masa muscular (catabolismo).

Además, los efectos secundarios generales de los EAA, que incluyen toxicidad hepática, cambios adversos en los niveles de colesterol y desequilibrios hormonales, representan un costo grave, a menudo irreversible, para la salud. La combinación de tensión hepática e irritación gástrica hace que estas sustancias sean una opción arriesgada que puede provocar daños permanentes y un final forzado a las actividades deportivas.


La Elección Inevitable

En los casos en que un atleta experimenta efectos secundarios gastrointestinales crónicos o graves, como pérdida persistente del apetito o dolor abdominal debido a los EAA orales, la recomendación definitiva es a menudo la interrupción inmediata de la sustancia. Si bien esto puede sentirse como un paso atrás en un ciclo de entrenamiento, es una medida necesaria para prevenir daños a largo plazo y restaurar la función fisiológica básica.

En última instancia, las ganancias a corto plazo prometidas por los esteroides orales ilícitos tienen un alto costo para la salud a largo plazo de un atleta y, paradójicamente, pueden sabotear los mismos objetivos de físico y rendimiento que se toman para lograr. Sirve como un claro recordatorio de los peligros inherentes al uso indebido de productos farmacéuticos en los deportes de competición.