Glucocorticoides (GCs), una clase de potentes hormonas esteroides, son medicamentos esenciales utilizados para tratar una variedad de afecciones, desde asma y alergias graves hasta enfermedades autoinmunes. Se presentan en diversas formas, incluyendo píldoras orales, inyecciones y aplicaciones inhaladas o tópicas. Si bien son invaluables en medicina, estos fármacos han atraído el mal uso en el mundo del deporte.
Por qué los atletas se sienten tentados a usar glucocorticoides
Los glucocorticoides no se utilizan para desarrollar músculo como los esteroides anabólicos. En cambio, pueden proporcionar una ventaja de alteración del rendimiento a corto plazo mediante:
Enmascaramiento del dolor y la inflamación: Pueden reducir rápidamente la inflamación y el dolor de una lesión, permitiendo que un atleta entrene o compita cuando de otro modo no podría. Esto puede ser peligroso, ya que empuja al cuerpo más allá de sus límites seguros y corre el riesgo de sufrir más lesiones.
Creación de una sensación de bienestar: Las dosis altas pueden producir una sensación temporal de euforia o aumento de energía, que puede percibirse como un aumento del rendimiento.
Mejora de la función respiratoria: Si bien los glucocorticoides inhalados se usan legítimamente para el asma, algunos atletas pueden abusar de ellos en dosis superiores a las terapéuticas para obtener una ventaja injusta en los deportes de resistencia.
A pesar de estos beneficios percibidos, el uso crónico o en dosis altas de glucocorticoides puede causar problemas de salud graves, incluyendo pérdida de masa muscular, desmineralización ósea, resistencia a la insulina y supresión de la inmunidad.
Por qué la AMA prohíbe los glucocorticoides
La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) prohíbe la mayoría de los glucocorticoides sistémicos —los que se toman por vía oral, intravenosa o intramuscular— durante la competición. La prohibición está vigente porque estos fármacos ofrecen una ventaja de rendimiento injusta y representan riesgos significativos para la salud de los atletas. Los atletas con una necesidad médica legítima de glucocorticoides deben obtener una Exención de Uso Terapéutico (AUT) y seguir reglas estrictas con respecto a la dosis y los períodos de "eliminación" antes de competir.
Metformina y la posibilidad de mitigación
Dados los importantes riesgos para la salud, los investigadores están explorando formas de contrarrestar algunos de los efectos secundarios dañinos del uso de glucocorticoides. Un prometedor ensayo cruzado aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo de 2025 dirigido por Susanne Thierry et al. investigó si la metformina, un fármaco común para la diabetes, podría ayudar.
El estudio incluyó a 18 hombres sanos que recibieron una dosis alta de prednisolona (30 mg/día) durante siete días, junto con metformina o un placebo. Los hallazgos fueron alentadores: la metformina pareció atenuar el aumento de la resistencia a la insulina y reducir los marcadores de degradación de proteínas y resorción ósea. Esto sugiere que la metformina puede ofrecer una protección parcial para el metabolismo muscular y óseo durante la exposición a glucocorticoides a corto plazo.
Advertencias importantes y conclusión
Si bien los hallazgos sobre la metformina son prometedores, presentan limitaciones significativas. El estudio fue corto, incluyó solo hombres jóvenes sanos y no examinó todos los efectos secundarios de los glucocorticoides. Lo más importante es que la metformina no previene la supresión suprarrenal, los efectos sobre el sistema inmunitario ni otros daños graves.
La conclusión más crucial para los atletas es esta: el uso de metformina no hace que el dopaje sea seguro o legal. Combinarlo con una sustancia prohibida no cambia el estado regulatorio de esa sustancia.
Para los atletas, la vía más segura y legítima es usar glucocorticoides estrictamente bajo supervisión médica para una condición de salud válida. Si el medicamento está en la Lista de Sustancias Prohibidas de la AMA, se debe obtener una AUT para garantizar el cumplimiento y priorizar la salud y la equidad deportiva.
Glucocorticoides comunes y dosis típicas
A continuación, se muestran algunos de los glucocorticoides ampliamente disponibles con dosis médicas típicas para adultos. Estas cifras son para terapia legítima; no representan dosis de dopaje, que pueden ser inseguras.
Prednisona / Prednisolona: Ejemplos comunes de marcas incluyen Deltacortril y Prednisolona. Una dosis oral típica para adultos es de 5–60 mg por día, a menudo en dosis divididas según la afección. Este es un glucocorticoide oral de potencia media estándar.
Metilprednisolona: Ejemplos comunes de marcas incluyen Medrol y Solu-Medrol. La dosis oral típica es de 4–48 mg por día, con pulsos intravenosos (IV) de dosis altas utilizados para brotes graves. Es ligeramente más fuerte que la prednisolona.
Dexametasona: Ejemplos comunes de marcas incluyen Decadron y Dexametasona. La dosis oral típica es de 0,5–10 mg por día. Es de acción muy prolongada y aproximadamente 25 veces más potente que el cortisol natural.
Triamcinolona: Ejemplos comunes de marcas incluyen Kenacort y Nasacort (inhalado). El uso oral es raro. Normalmente se inyecta a 10–40 mg por articulación o se inhala a 55–220 µg dos veces al día para alergias y asma.
Betametasona: Un ejemplo común de marca es Celestone. La dosis oral típica es de 0,6–7 mg por día. Es muy potente y de acción prolongada, a menudo se usa en forma tópica o inyectable.
Hidrocortisona: Un ejemplo común de marca es Cortef. La dosis oral típica es de 15–240 mg por día, generalmente dividida en dos o tres dosis. Es el fármaco sintético más cercano al cortisol natural.
*Las dosis varían según la gravedad de la enfermedad, la vía y los factores del paciente. Las "pulsaciones" cortas pueden ser más altas durante unos días. La terapia a largo plazo busca la dosis eficaz más baja.
Otras formas incluyen glucocorticoides inhalados (budesonida, fluticasona, mometasona) para asma/EPOC y cremas tópicas para afecciones de la piel. Los glucocorticoides sistémicos (orales, IV, IM) son el foco principal de la prohibición de la AMA durante la competición porque ejercen efectos en todo el cuerpo.

